Hace mas de dos años que no escribo por aquí.
Pero no podía esperar más para volver y dedicar una cap a mi
querida Martha.
· ]à Quiero agradecer a la gente que me ha ayudado en especial a mi amiga Carmen.
__________________
!ª 1ª PARTE
Siempre había envidiado a Martha. Con su cuerpo fino y alargado, con su piel blanca y sus ojos azules.
Era la más guapa, la más exótica y el deseo imposible de todos los hombres que teníamos la suerte de conocerla.
Yo la amaba con toda mi alma. Deseaba tenerla, ser su novio y después su marido. Pero ella no me quería. Así que decidí que si no podía tenerla de una forma la tendría de otro. Que debía conseguir que estuviéramos para siempre juntos.
Por eso la maté.
Le arranqué sus ojos, la desollé para conseguir su piel y sus huellas dactilares y por último extraje su vagina Todo lo guardé en hielo.
Y arrojé los retos inmundos que quedaban de su cuerpo al basurero del pueblo.
Y decidí tomar su lugar.
En las clínicas más caras del país me operaron para conseguir que mi estructura ósea fuera idéntica a la suya, me colocaron sus ojos, transformaron las proporciones de mi rostro y cubrieron mi cuerpo con cultivos artificiales de la piel de Martha y para acabar me extirparon el pene y me implantaron la vagina de Martha.
Hace de esto tres años. Desde entonces he vivido en la casa de Martha, he usado su nombre, he dormido en su cama y me he gastado su dinero.
Como esperaba me convertí en la chica más bella de la ciudad y los que habían sido amantes de Martha ahora eran mis amantes. Me acosté con todos y follé con todos.
Pero no estaba satisfecha. Recordaba que mi sueño era estar con Martha, que fuéramos la pareja perfecta. Me diréis que soy un romántico, pero quería que fuéramos como la bella y la bestia. Pero ahora yo era Bella y quería buscar a mi Bestia.
Cuando encontré a Juan supe que había encontrado a mi Bestia. No era bello, ni siquiera atractivo. Pero se parecía tanto a mi antiguo cuerpo masculino que en seguida me enamoré.
Fue un noviazgo frugal. Porque yo quería casarme con él y él quería casarse conmigo.
Y lo hicimos. En una Iglesia carrada al público y sin invitados cumplí mi sueño de toda la vida. Yo iba de blanco y cada vez que miraba la cara de Juan no podía parar de sonreír porque era idéntico a mi antiguo cuerpo. En el mismo altar, cuando nos besamos me mordió la lengua hasta hacerla sangrar y me dijo que ahora estaríamos juntos hasta que la muerte nos separara.
2ª PARTE
Era lo que yo quería oír y me sentí la mujer más afortunada del mundo, aunque me estaba tragando la sangre caliente de mi lengua.
Ese mismo día, en la noche de bodas se rompió el hechizo.
Me encontré un sendero de pétalos de rosas que conducía hasta la cama. El edredón estaba bañado en colonia y las sábanas parecían estar calientes.
Todo era maravilloso. Iba a tener la noche de bodas que tanto deseaba y la iba a tener siendo mi amada Martha y con el hombre que tanto se parecía a mi antiguo cuerpo.
Me quité mi vestido blanco, destapé la cama y gozando del instante me tapé con las sábanas esperando a Juan.
Pero todo estaba mojado, me sentía empapada, fría. A patadas aparté las sábanas y salté fuera de la cama. Estaba manchada de un rojo espeso y maloliente.
Era sangre y apestaba a muerte.
“Es tu sangre” dijo Juan mientras entraba con su traje de novio de un blanco impoluto. “Es la sangre que sacaron de mi cuerpo cuando lo tiraste al basurero. Pedí que la guardaran para devolvértela en mi noche de bodas. Es mi regalo de bodas
Porque yo soy Martha, a la que encontraron enterrada entre basuras, pero viva y que llevaron al mismo hospital donde te cambiaron el cuerpo. Allí los médicos no dudaron en tapar mis heridas con los desechos que iban tomando de tu cuerpo mientras te implantaban los trozos de mi cuerpo que habías robado.
Cuando terminaron era idéntica al antiguo Juan. Y cuando salí del hospital me enteré que habías robado mi identidad y mi vida. Así que decidí enamorarte y aprovechar que ahora soy hombre para casarme contigo y recuperar lo que siempre había sido mío”
Diciendo esto sacó un gran cuchillo de su chaqueta, me golpeó en la cara hasta que me derrumbé sobre la cama mientras decía: “Primero quiero recuperar mis ojos, luego mis pechos, luego te arrancaré la vagina y por último voy a desollarte lentamente hasta que no te quede sangre con la que puedas manchar la cama de nuestra noche de bodas”
No hay comentarios:
Publicar un comentario